El plan es ver a los pingüinos emperadores desde una distancia corta. Aún así respetamos la vida silvestre y no queremos molestarla. Por lo tanto seguimos las regulaciones de la IAATO, la Asociación Internacional de Operadores de Tours Antárticos. Estas regulaciones son bastante estrictas pero de esta manera estamos seguros de no tener una influencia negativa en los animales.